Desde sus Inicios
Trujillo fue fundada entre marzo y abril del año 1558, por el capitán Diego García de Paredes, con este nombre en recuerdo de su pueblo natal Trujillo, ubicado en la Extremadura española. Éste partió a finales de 1557 de El Tocuyo, con el fin de conquistar la provincia de Cuicas.
El primer asentamiento lo realizó en el valle de los Escuques, con el nombre de Nueva Trujillo y recibió el título de teniente gobernador. No obstante, en septiembre de 1559 fue removido de su cargo por discrepancias con el nuevo gobernador, y la ciudad fue llamada Mirabel. Para noviembre, García de Paredes recuperó su cargo gracias a Pablo Collado, quien había sido nombrado gobernador. Así, la ciudad obtuvo otro nombre: Trujillo de Collado.
De esta forma, Trujillo fue trasladada geográficamente once veces y cambiada de nombre en nueve oportunidades: Trujillo de Salamanca, Trujillo de Medellín y Trujillo de Pampán, fueron algunas de las denominaciones que recibió la capital del estado. No fue hasta el 27 de octubre de 1570, cuando fue reubicada definitivamente en el valle de los Mucas, a orillas del río Castán y la quebrada de Los Cedros, con el nombre de Trujillo de Nuestra Señora de la Paz.
Se le llama “Ciudad Portátil” por la cantidad de mudanzas de las que fue objeto, desde el momento de su fundación.
Los indios cuicas fueron los primeros pobladores de estas tierras. Se trataba de una tribu sedentaria, hacendosa y muy avanzada culturalmente.
Trabajaban en telares de algodón, y producían cerámica. En 1575 fue vencida la última resistencia indígena, al mando del cacique Pitijai. A partir de ese momento, los aborígenes fueron recogidos en encomiendas y asentamientos, formando primitivos latifundios.
Desde sus inicios, Trujillo adquiere gran importancia económica. Por una parte, exportaba cueros, cordobanes, alfombras, trigo y fruta hacia Las Antillas. Por otro lado, constituía una ciudad de tránsito desde los llanos hasta los puertos del estado Zulia, para transportar tabaco y cacao.
Este estado ha sido escenario de varios momentos cumbres de la historia de Venezuela. El 15 de junio de 1813 Simón Bolívar proclama el Decreto de Guerra a Muerte; en 1820 se firma entre Pablo Morillo y el Libertador el Tratado de Armisticio y de Regularización de la Guerra; y se promueve la liberación de Maracaibo de manos de los españoles.
Paulatinamente, se establece una pugna ideológica entre los conservadores, liderados por Juan Bautista Araujo desde Jajó, y los liberales, con el general Rafael González Pacheco desde el pueblo de Santiago.
Araujo permanece en el poder hasta su muerte en 1898, mucho después de finalizada la Guerra Federal.
Para ese entonces, la sociedad trujillana estaba conformada por familias mestizas de origen campesino, inmigrantes en su mayoría italianos, terratenientes y comerciantes.
En la era gomecista, este pueblo fue cuna de algunos de los personajes que rodearon a Juan Vicente Gómez, como Enrique Urdaneta Maya y Victorino Márquez Bustillos. Además, estableció el servicio militar de Las Sagradas para reprimir las insurrecciones y eliminar con torturas las ansias de libertad.
A partir de la caída de Gómez, el estado comenzó un desarrollo en todos los ámbitos, que se caracterizó por la creación de un sinnúmero de establecimientos comerciales que, junto con la producción de café y caña de azúcar impulsaron la economía; la fundación de la Cámara Comercial, Industrial y Agrícola del Estado Trujillo, del Ateneo de Trujillo, del Centro Cultural Trujillo y del Colegio de Médicos; y se pone en marcha el ferrocarril de La Ceiba.
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